Varias autoras - Damas oscuras

viernes, 26 de enero de 2018



Título original: -
Traducción: Alicia Frieyro, Olalla García, Sara Lekanda, Magdalena Palmer y Consuelo Rubio
Año: 2017
Editorial: Impedimenta
Páginas: 494


«No hay más revelación que la de la ciencia». Tal y como recoge Lanoe Falconer en el relato que incluye esta antología, el inmemorial conflicto entre la religión y el saber, entre fe y razón, entre la tangibilidad del mundo material y las apariciones procedentes de ultratumba, es el gran tema en torno al que gira la mayoría de historias recopiladas en Damas oscuras. Historias de fantasmas, de espíritus vengativos y misteriosas manifestaciones que vienen a trastocar la reconfortante cotidianidad de los personajes, a cuestionar sus creencias más arraigadas. Historias sombrías y truculentas que parecen narradas desde la clandestinidad, al calor de una hoguera en una noche de tormenta.

El período victoriano es sin duda el más prolífico en lo que a cuentos de fantasmas se refiere. El auge del espiritismo en occidente, de las séances y otras formas de intentar comunicarse con los muertos, revelan una profunda preocupación por desvelar los misterios que aguardan más allá de la vida. Damas oscuras reúne una veintena de estos relatos —todos ellos escritos por mujeres—, que sirven como muestra representativa de todo el talento literario presente durante la época victoriana. Nombres tan conocidos como Charlotte Brontë, Elizabeth Gaskell, Willa Cather o Margaret Oliphant se dan cita en este volumen de factura impecable, aportando con su particular perspectiva una sólida sensación de conjunto que hace bastante recomendable la lectura de este libro y sencillamente imprescindible para los apasionados de dicha era.

Una de las características más llamativas que comparten, diría, la totalidad de los relatos, es la insistencia en demostrar su credibilidad, en trascender el mito, leyenda urbana o simple desvarío. En manos de estas escritoras rebeldes, son los hombres (acostumbrados a parapetarse tras la incuestionable autoridad de los sentidos) quienes más ven su capacidad de raciocinio y buen juicio puestos a prueba por la aparición de fenómenos sobrenaturales que no hallan explicación en el mundo real. Así, no es tanto la presencia del espectro lo que aporta una dimensión interesante a la narración, sino la respuesta que despierta en los personajes. El descubrimiento de este universo elevado, alejado de cuestiones que en comparación parecen prosaicas e insignificantes, proporciona una suerte de iluminación interior que el estudio de la naturaleza está lejos de igualar. El escepticismo, por su parte, se castiga duramente con la locura.

Reconozco que esperaba otra cosa de Damas oscuras. Lo cual, por supuesto, no quiere decir que no haya disfrutado de lo que ofrece. Sin embargo, he echado en falta algo más de imaginación, de impacto, de tensión, de versatilidad temática. Más horror, más carne de cuento gótico y menos meditaciones sobre la fiabilidad de lo narrado que al final resultan tan similares entre sí. La excesiva homogeneidad de los cuentos seleccionados se hace llevadera gracias a la óptima distribución de los mismos y al exquisito estilo, rico en prolijas descripciones de personajes y lugares, de las autoras escogidas. 

Un romance trágico, un crimen sin resolver, una onírica composición musical o una casa aparentemente embrujada... son solo algunos de los motivos que hay en la lista de argumentos para rescatar a los muertos de su letargo. Adscritos a la esfera del lamento y el dolor, condenados a vagar por nuestro mundo recordando su dramático desenlace, los espíritus a los que dan vida estas damas oscuras suministran abundantes cantidades de entretenimiento ultraterreno. Ingeridos en la dosis adecuada, estos veinte relatos constituyen una magnífica visita a un tiempo del que solo nos queda el recuerdo, pero cuyos fantasmas permanecen intocables en la memoria.


«No hay nada más triste en toda esta tragedia (o comedia) que esos lastimosos esfuerzos por ocultar la verdad, por encubrirla con fábulas en las que, en lo más profundo de su corazón, nadie cree».

PUNTUACIÓN: ★½

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